Conducen sus pinturas a un Jardín
Por Mariana Villagran El Norte.com/Sierra Madre
Un jardín de rosas que se seco con la muerte de su madre quedo plasmado en la obra de Manuel Pardo, quien se presenta en el Museo Metropolitano de Monterrey, desde el 27 de septiembre. Convirtiendo en un jardín, el claustro alto del museo exhibe 29 cuadros que resaltan por el brillo de sus colores. Para la inauguración, el recinto se arreglo de manera especial. En el piso había pétalos de rosas y hojas de árbol. La anfitriona, Liliana Sada Melo, no dejo pasar la oportunidad para lucir un vestido de flores y formar parte del panorama. Sin formalidades ni discursos se llevo a cabo la ceremonia, en la que Sada Melo presento a los asistentes al artista y continuo conviviendo con ellos.
Aunque no todos los cuadros pertenecen a “Le Jardín”, la exposición presenta una pequeña retrospectiva de la obra del artista en la que se hace visible el retrato de su madre. La nostalgia de su niñez y la herencia de su cultura es reflejada en esta exposición en la que se puede apreciar que a pesar de que el artista salió de su natal Cuba a los 10 anos de edad, hacia Nueva York, aun conserva parte de sus raíces. Tan es así que, por ser la primera vez que pisa tierras latinas desde que dejo su país, el artista no pudo contener sus lagrimas, al volver a su mente recuerdos de su infancia. “Le Jardín” se exhibe por primera vez en el mundo y es una obra dedicada a la memoria de la madre del artista, que murió en 1999. “Quise reconstruir a través de mi obra el jardín de mi madre, que cuido tanto cuando estaba en vida y que murió al tiempo que lo hizo ella”, expreso Pardo.
Es muy difícil para el artista agradecer a su madre lo que hizo por él y considera que esta es la mejor manera de retribuirle. ¿”Cómo puede agradecerle a alguien que llego con dos niños a un país que no hablaba su idioma y trabajar durante 16 horas al día para sacar adelante a sus hijos?, esta es la forma”. Esta obra presenta pinturas al óleo, de rosas en diferentes tonalidades y tamaños, pero el brillo y la intensidad que hay en ellos son únicos. Respecto al lugar de la exposición, Pardo cree que no hay otro mejor. “Cuando llegue a conocer el lugar, solo pude pensar: ella (su madre) me trajo aquí”. Gracias a la labor y apoyo otorgado por la coleccionista Liliana Sada Melo y la participación del municipio de Monterrey, a través de la Secretaria de Educación, Cultura y Deporte pudo llegar la obra hasta este recinto.
“El color y la arquitectura del edificio eran perfectos para la obra, así que lo elegimos pensando en los colores de los cuadros, que iban a quedar muy bien en el claustro alto del museo”, dijo Sada Melo. Esta es la primera vez que la coleccionista trae una obra al Estado y el motivo principal fue el impacto que el artista dejo en ella. “Cuando lo conocí en Nueva “Cuando lo conocí en Nueva York me impacto por el brillo de su obra, que admiro mucho”. Durante un ano se trabajo para traer la obra al museo y en este mes la gente tendrá la oportunidad de apreciarla.
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